El Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) autorizó el 13 de junio a Minerva a actuar como tercera parte interesada en el análisis de la fusión entre Marfrig y BRF. La decisión fue firmada por la superintendenta general interina del Cade, Juliana Domingues.

La solicitud fue realizada por Minerva el 10 de junio. En la petición, la empresa argumentó que posee interés directo en el proceso, dado que actúa en el mismo segmento económico que Marfrig y BRF.

“Es indiscutible el interés de Minerva para intervenir como tercera interesada en el presente acto de concentración, considerando que la empresa actúa en mercados directamente afectados por la operación”, justificó el Cade.

Según la legislación vigente, otras empresas del sector pueden solicitar la participación en el proceso como terceros interesados, lo que les permite presentar análisis económicos y técnicos para colaborar en la evaluación del negocio.

Entre los principales puntos planteados se encuentran:

·         Conflicto de intereses a través de Salic: el fondo soberano saudí tiene una participación significativa tanto en Minerva como en las empresas involucradas en la fusión. Según Minerva, esto podría generar un riesgo de coordinación estratégica e intercambio de información sensible entre competidores.

·         Riesgo en la cadena de suministro: Minerva actualmente suministra carne fresca a BRF, uno de los mayores procesadores de alimentos del país. La fusión podría perjudicar esta relación, ya que Marfrig, un competidor directo, tomaría el control de BRF.

·         Poder de mercado: la fusión formaría un portafolio con 37 marcas de alimentos, fortaleciendo el poder de negociación con supermercados, mayoristas y operadores de foodservice, lo que podría restringir el acceso de los competidores a estos canales;

·         Aprobación acelerada: la compañía cuestiona el procedimiento sumario utilizado en la aprobación inicial, que, según ella, no sería el adecuado para una operación de este tamaño e impacto en el mercado.

·         Minerva también recordó un episodio de 2014, cuando Cade recomendó restricciones a un intento de la propia empresa de adquirir una participación en BRF, en una operación de impacto mucho menor que la fusión actual.

El Cade aceptó que Minerva presentó argumentos que demuestran el posible impacto económico en sus actividades. Por lo tanto, abrió un plazo de 15 días, a partir del 12 de junio, para que las partes involucradas y terceros interesados ​​presentaran sus recursos ante el Tribunal de la agencia. Si no hay oposición del Tribunal, la fusión de Minerva y BRF – que prevé la creación de MBRF Global Foods Company SA, valorada en R$ 152 mil millones – podrá realizarse sin restricciones.

El próximo miércoles 18, Marfrig celebrará una reunión con sus accionistas para deliberar sobre el progreso de la operación. La compañía ya había informado que la aprobación del Cade es una de las condiciones para continuar con la operación, informó Estadão.

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