En el marco de las 52 Jornadas Uruguayas de Buiatría, realizadas en Paysandú, el Licenciado Agustín Correa, investigador del Institut Pasteur de Montevideo, presentó los avances de una innovadora vacuna contra la garrapata (Rhipicephalus microplus), desarrollada en el país. El proyecto, que ya fue validado en condiciones de campo en establecimientos del norte, promete convertirse en una herramienta biológica complementaria al uso de acaricidas, en momentos donde crecen las resistencias y disminuyen las opciones para el control efectivo del parásito.
Validación en campo y resultados
Correa explicó que los primeros ensayos a campo se realizaron en el departamento de Rivera, donde los animales se encontraban expuestos a infestaciones naturales en condiciones reales. “Vimos que realmente era una vacuna efectiva, que daba buenos resultados y permitía controlar la garrapata en verano, que es la época más complicada”, destacó.
Uno de los principales objetivos del desarrollo es reducir la dependencia de los acaricidas, cuya aplicación creciente ha derivado en problemas como residuos en productos animales y resistencia en los parásitos. “Cada vez el productor se va quedando con menos herramientas para combatir esta plaga. Contar con una herramienta biológica, con un mecanismo de acción distinto, es como ‘pegarle’ a la garrapata por dos vías diferentes”, graficó el investigador.
Las pruebas iniciales se realizaron en grupos reducidos —20 y 30 animales respectivamente— pero mostraron resultados contundentes: una eficacia del 76% en la primera formulación y del 90% en la más reciente, según los datos presentados. Además, se observaron diferencias notorias en el grado de infestación, la aparición de bicheras y otros problemas sanitarios asociados, al comparar los grupos vacunados con los controles.
Además, aclaró que el porcentaje de eficacia no se refiere solo a la cantidad de garrapatas visibles. “La eficacia incluye conteo de parásitos, oviposición y eclosión de huevos. Puede que el número de garrapatas no se reduzca tanto, pero si no ponen huevos o los huevos no eclosionan, el control sigue siendo muy efectivo”, argumentó.
Escalado y próximos pasos
El proyecto aún se encuentra en una etapa piloto, pero el equipo trabaja en conjunto con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca para validar la vacuna en distintos contextos productivos. “Queremos aumentar el número de establecimientos y pasar de trabajar con decenas de animales a miles. No todos los campos tienen el mismo nivel de infestación ni las mismas condiciones ecológicas, por eso necesitamos evaluar la eficacia en múltiples escenarios”, explicó Correa.
Consultado sobre la escalabilidad del proceso, señaló que la tecnología utilizada permite ampliar la producción, aunque requiere adecuaciones de infraestructura. “Estamos preparándonos para un escenario positivo, donde los ensayos piloto den muy buenos resultados y podamos iniciar la siguiente fase”, afirmó.
Vacunación: esquema y calendario
El protocolo actual prevé tres dosis iniciales para animales nunca vacunados, con una revacunación cada seis o doce meses, dependiendo de las condiciones del entorno. “Capaz que en el futuro con dos dosis ya sea suficiente, pero por ahora vamos por la máxima para asegurar eficacia”, detalló.
En cuanto al calendario ideal de vacunación, Correa indicó que, en el último ensayo, la inmunización comenzó en noviembre y se completó en enero, para lograr una respuesta efectiva justo antes del pico de infestación en febrero y marzo. “Esa tercera ola de garrapata es la más importante en el ciclo del parásito en Uruguay”, puntualizó.
Uno de los grandes interrogantes de cualquier estrategia antiparasitaria es si, con el tiempo, puede surgir resistencia. Correa fue categórico: “No esperamos que aparezca resistencia a la vacuna. Trabajamos sobre una proteína altamente conservada en la garrapata, que no varía ni entre las de Uruguay ni las de Sudáfrica”.
Una nueva etapa en el control de la garrapata
La garrapata representa uno de los principales desafíos sanitarios para la ganadería uruguaya, afectando la producción y el bienestar animal. Esta vacuna, de validarse y escalarse exitosamente, podría representar un punto de inflexión en el manejo integrado del parásito. “No venimos a reemplazar los acaricidas, sino a sumar una herramienta más, con otro mecanismo de acción”, subrayó Correa, quien concluyó con una mirada esperanzadora: “Estamos cada vez más cerca de poner esta solución en manos de los productores”.