La zafra de pasturas de otoño ha sido calificada como “una de las mejores en los últimos años”, gracias a las óptimas condiciones de siembra y preparación de barbechos. Según Raúl Urrestarazu, gerente comercial de PGG Wrightson Seeds, "ha sido un otoño muy bueno para las siembras y también para las pasturas de años anteriores".
Los productores pudieron sembrar todo lo planificado, lo que resultó en una producción con tasas de crecimiento que, en palabras de Urrestarazu, "hace años no veíamos". Este contexto ha permitido mejorar el balance entre las pasturas anuales y perennes, ya que el año pasado el exceso de lluvias entrado el otoño postergó las siembras de distintas especies perennes.
Uno de los cultivos que más ha sorprendido en esta zafra de pasturas ha sido la avena, especialmente las variedades más tecnológicas. "Nos sorprendió para bien lo que está sucediendo con las avenas nuevas de mayor valor tecnológico, como la avena Impacta, que tiene un ciclo más largo y permite el pastoreo directo", destacó Urrestarazu. Este tipo de avena, además de ser una buena opción para la reserva de pastoreo, se presenta como una alternativa muy interesante para los productores, dado su impacto positivo en la calidad del forraje.
Por otro lado, la avena brava, con su ciclo más corto, continúa siendo una opción clave para aquellos productores que necesitan hacer reservas de primavera o destinarla a grano. "La avena brava tiene dos fechas de siembra: la primera es en febrero, para cosechas en mayo-junio, o se puede sembrar ahora para hacer reserva de primavera", explicó Urrestarazu.
Cierre de invierno y el verano
En cuanto a los cultivos de invierno, la zafra está en pleno desarrollo, aunque los productores enfrentan desafíos debido a un clima que comenzó a complicarse en las últimas semanas. Si bien la colza ha experimentado un crecimiento significativo, las gramíneas como el trigo y la cebada se han visto afectadas por el retraso en la siembra. "El área de colza creció, pero el clima comenzó a complicarse y los cultivos de trigo y cebada están atrasados", comentó el gerente comercial de PGG Wrightson Seeds. De hecho, parte de esa área que no se sembraría de trigo y/o cebada está siendo capturada para opciones de reserva con avena brava, por ejemplo.
Con la mirada puesta en los cultivos de verano, Urrestarazu anticipa una zafra muy interesante, con un aumento en la siembra de maíz. "Va a ser una zafra muy interesante de cultivos de verano, con un crecimiento del área de maíces, que está siendo muy favorable para aumentar la superficie sembrada", aseguró.
En cuanto a la soja, se espera que mantenga el área de siembra de los últimos años, ya que las rotaciones continúan siendo una parte fundamental de la planificación agrícola.
Finalmente, la producción de forrajes también se verá impulsada por la creciente demanda de la ganadería y la lechería. Según Urrestarazu, si bien hay que esperar cómo se presente la primavera en cuanto a clima, nada hace pensar en un repliegue del área destinada de cultivos forrajeros como el sorgo. "Veremos cómo pinta la primavera en cuanto a lluvias, ya que eso definirá el avance de los cultivos", explicó.
Los sorgos, tanto graníferos como sileros, se mantienen estables y se han seleccionado materiales con buena tolerancia al pulgón, lo que agrega una ventaja en términos de resistencia a plagas. “Este año hemos recibido semillas con buen volumen, y también se ha podido cosechar con calidad, algo que no pasó el año pasado”, destacó el gerente de PGG Wrightson Seeds.